miércoles, 28 de agosto de 2013

CULTURA ORGANIZACIONAL el valor de SER parte de.

Las nuevas tendencias organizacionales en las empresas (aquellos gigantes transnacionales y algunos locales) han comenzado a emprender cambios significativos en sus estructuras organizacionales con la finalidad de optimizar sus recursos y generar mejores resultados en su producción; la era tecnológica permite la producción en masa y con altos estándares de calidad, donde el producto se convierte en la referencia de la empresa y la marca en la carta de presentación; todo esto suena perfecto, pero siempre deberá el director, gerente o líder, cuestionarse si efectivamente la mecanización de sus procesos son el ideal máximo de su empresa. Recién leía en un trabajo de Ingrids Rodríguez Guerra, sobre Cultura Organizacional, donde citaba a Edgar H. Schein en su libro relativo al liderazgo y la cultura empresarial, mantiene el elemento grupo como determinante y piedra clave en la evolución de la cultura en una organización: "Es necesario, en suma, comprender la formación de la cultura en los pequeños grupos para poder llegar a entender la manera en que se desarrolla la cultura en la empresa mayor a través de las subculturas de los pequeños grupos y la interacción de estos en el seno de la empresa."
¿Por qué la importancia de la cultura organizacional en este mundo globalizado? ¿Para qué preocuparnos de las pequeñas “tribus” que conviven en la jungla laboral? La respuesta es simple a mi modo de ver; si se generan grupos antagónicos independientemente de la jerarquía (mandos altos, medios y obreros) y luego sub grupos, cada uno realizará su mayor (o menor) esfuerzo para conseguir al final del día lo que busca: un sueldo.
Cuando no se tiene identificada en una organización como parte de la cultura organizacional la misma idea y el mismo significado de la misión y la visión y se “rema” a contracorriente lo mas seguro es que el esfuerzo se convierta en estrés laboral y la monotonía solo sea reemplazada por las charlas informales a la hora del descanso.
Las micro y pequeñas empresas tienen hoy la oportunidad de fomentar una cultura organizacional que les permita integrar las creencias y valores, además de sentimientos y sueños (sí sueños y emociones) si llegan a concluir el proceso de alienación entre sus colaboradores (directores, gerentes, trabajadores o actores como suelen llamarles algunos autores actualmente) La generación de una cultura organizacional se logra cuando se tienen elementos que se identifican por igual y que hacen propios todos los integrantes de la organización; y entonces viene la frase utilizada socialmente de que: “Esto es parte de nuestra cultura” hábitos y valores positivos y pensamientos sanos y de éxito deben ser compartidos por igual y con las misma satisfacción desde el director hasta el colaborador que mantiene limpia la entrada de la fábrica. Es en casa, en el hogar, donde se proporciona la primera educación y donde se obtienen los elementos culturales de un individuo, mismos que va aumentando en su proceder conforme absorbe de su medio social lo que considera conveniente para su formación y protección, luego llega a un trabajo y “hace propios” los valores que le inculcan los compañeros, luego si acaso lo desea o lo cree conveniente adopta algunos de los que la empresa le proporciona, por ello en la empresa es una persona (una hormiguita más) y fuera es otro. ¿Será posible que la empresa pueda formar personas excelentes? Ojo, personas excelentes, no trabajadores automatizados? ¿Qué es más conveniente en una empresa, empleados eficientes o personas eficaces? Por último que tanto le preocupa la cultura organizacional en su negocio o empresa, ¿Tiene identificados los elementos que conforman la cultura de su organización?
Manuel Roberto Ruvalcaba Rivera Lic. Comunicación Organizacional DHIA (Desarrollo Humano Intervención y Asesoría) Tel. 3 24 73 16 correo: lic.robertoruvalcaba@gmail.com

sábado, 30 de marzo de 2013

Guanajuato paga con salarios bajos la atracción de nuevas empresas, además de poner en charola de plata permisos y exención de impuestos.

Guanajuato.- Si bien Guanajuato se distingue por su industrialización como una vertiente de su economía a la par del sector cuero calzado, lo cual ha volteado los reflectores de los inversionistas extranjeros en la entidad, también es cierto y muy lamentable, que se encuentre dentro del ranking nacional, como uno de los estados que menores sueldos maneja, el costo-beneficio de estas estrategias debe ser cuestionado, cuando por un lado se proyecta al estado como uno de los más prominentes en cuanto a su esquema de crecimiento en el segmento industrial y por el otro sigue siendo uno de los lugares con mayores condiciones de extrema pobreza, amén de la pobre calificación en lo que a educación corresponde, ya que según cifras del INGEI en Guanajuato 8 de cada 100 personas de 15 años y más no saben leer ni escribir, cuando a nivel nacional son 7 de cada 100.
¿Quiénes realmente son los beneficiados cuando se anuncia la llegada de una nueva empresa? Evidentemente se generan empleos, se promueve al estado y se busca un beneficio; pero según cifras del Instituto Mexicano para la Competitividad, con datos del INEGI, Conapo y Banxico; el PIB per cápita del estado de Guanajuato es 23% menor que el promedio nacional; esto significa que los guanajuatenses generan 25,301 pesos menos por persona que la media de las entidades, según los estudios que se tienen hasta el 2008 y que están disponibles en la página web del Instituto. El sitio del INEGI al 2008, muestra que el PIB per cápita en Guanajuato (miles de pesos) es de 65.67, más bajo que el de Jalisco con 81.43 y mas alto que San Luis Potosí que presenta 63.29.
Ahora bien qué hacer con estos números, cómo aplicarlos cuando nos anuncian pomposamente la instalación de una nueva empresa que desbordará felicidad para los habitantes de la entidad, muy sencillo, nos corresponde a los habitantes mantenernos informados sobre las verdaderas condiciones de instalación de los corporativos, corresponde al gobierno informar de manera clara y transparente los cómos, los pros y los contras, ya no pueden vendernos la idea de que siempre ganamos con la llegada de una empresa, pues siempre habrá costos, pero es responsabilidad de las autoridades dejar a un lado la demagogia y hablar claramente con sus ciudadanos.
Guanajuato logra atraer empresas, por que en la entidad se pagan sueldos mínimos en comparación con otras entidades y además otorga condiciones demasiado favorables para los inversionistas extranjeros, condiciones que desafortunadamente, no son las mismas para los empresarios mexicanos y menos para las PyMES locales.
Soy Roberto Ruvalcaba Rivera, escúchame diariamente de 6:30 a 8:30 de la mañana por el 101.5 de FM en el noticiero de NN Nuestras Noticias, emisora de Radiorama Bajío, en la ciudad de León Guanajuato.

viernes, 1 de marzo de 2013

Peña Nieto, el vano intento de legitimación.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, es al día de hoy uno de los “personajes” que mayor presencia tiene en las redes sociales, su popularidad sin embargo no se debe a sus acciones de gobierno, sino mas bien a la dura crítica y sarcasmo del que es objeto por parte de numerosos usuarios; su imagen es reproducida en múltiples fotomontajes donde se le representa como un tonto en la silla presidencial y llevando al país al fondo del abismo…
La originalidad de algunas de las imágenes y la creatividad de los textos es diversa y ciertamente muy expresiva; miles de usuarios de las redes sociales, diariamente multiplican el mensaje de no aceptación hacía la figura de Peña Nieto. Es preciso comentar que intencionalmente bajo el sentido del humor que expresan dichos mensajes, en el fondo minimizan su envestidura y descalifican a su persona; pero con ello también se pierde el rumbo sobre el interés del análisis acerca de sus funciones y toma de decisiones; se critica su imagen, su persona; se satiriza su “matrimonio”, se cuestiona su inteligencia, se hacen burlas acerca de él y se desvía la atención sobre su verdadero proceder como Presidente de la República.
Los ciudadanos encuentran la fuga, el desahogo, mediante la caricaturización de la impotencia ante las circunstancias en las que el país se encuentra: gasolinazos, falta de empleo, violencia, crimen, asaltos, robos, corrupción… altos sueldos de funcionarios públicos, diputados, senadores, gobernadores que asfixian al pueblo con discursos y programas estériles; la incertidumbre se convierte en una constante con la que las personas conviven día con día y la falta de confiabilidad hacía su presidente es evidente.
Peña Nieto no logra legitimarse como ese líder de aparador que vendieron en la campaña, como ese político joven que prometía grandes cambios, como esa figura de renovación que su partido proponía. Se le ve como al títere más bonito del titiritero menos popular; rodeado de la misma gente, de las mismas ambiciones, de las mismas ideas disfrazadas de novedad.
Peña Nieto gastó su imagen, ya no le encuentran virtudes porque las que se le habían inventado ya caducaron; por ello la gente recurre a la critica, a la burla, al menosprecio; porque no encuentran el sentido del cambio propuesto de un presidente hecho a la de “a huevo”, Peña Nieto es Presidente, porque tenía que ser presidente, no porque debiera serlo.
El encarcelamiento de la maestra Elba Esther, no logró el impacto deseado, si bien consiguió la distracción (al igual que la renuncia del Papa y la violencia en los partidos de futbol) dejó en claro que el mensaje no iba dirigido a su posicionamiento público sino político y estructural, hoy el nuevo líder del SNTE acepta la reforma educativa, mientras la ex lideresa tiene tiempo para reflexionar sobre la traición y el juego de poderes.
El presidente Peña Nieto es el personaje, mas no el líder que México esperaba.

martes, 19 de febrero de 2013

Los empleos eventuales, el desapego social de las empresas y la complicidad de las autoridades.

imagen revistatransformacion.com
Recién escuchaba en un programa de radio a dos analistas económicos, que hablaban sobre la situación económica de nuestro país y acuñaron de manera espontanea una frase que llamó mucho mi atención –e imagino que también la de muchos radioescuchas- “Los programas sociales del Gobierno, se han convertido en el recogedor de la basura que arrojan los programas económicos”… Puntual, asertiva y brutalmente cierta, resulta a mi ver, dicha frase. Los Gobiernos en turno van pasando su sexenio remendando el tejido social que cada vez se encuentra mas roído, reinventando programas sociales que intentan cubrir las condiciones de pobreza generadas por el propio sistema! Aunado a ello actualmente los “empleos” existentes o vacantes ofertadas, en su mayoría son eventuales, por medio de terceros (outsorcings) y dejando al empleado en total desprotección referente a su empleador; las empresas, o cualquier ofertante de empleos, cada vez se desliga mas de su responsabilidad frente a sus trabajadores, no desean compromiso alguno con su mano de obra, con su motor interno, con su capital humano y el gobierno lo aprueba y apoya. Me resulta pues incongruente que conceptos como “capital humano” que poseen una enorme interpretación y significado, se devalúe tan rápidamente y degenere la posibilidad de crecimiento y seguridad económica para los mexicanos que laboran o buscan laborar en un empleo digno y justo al que cómo se anuncia en la tele “todos tenemos derecho” finalmente y como diría el cantautor Marco Antonio Solís “El Buki” ¿A dónde vamos a parar?