jueves, 20 de enero de 2011

El extraño mundo de “Morfina” léase Romina para los seguidores de la “extraña” locutora de radio.


Es en el 104.1 de la frecuencia modulada donde diariamente una conductora hace de las suyas en el espacio radial guanajuatense y alrededores, gozando de lo lindo mientras destroza nuestro hermoso lenguaje; obvio como parte de las exigencias de la empresa para la que trabaja, donde se le pide “frescura” agilidad verbal, creatividad (además de escupir incoherencias) ésta chica cuyo nombre del programa que conduce es El extraño mundo de Romina, siente, piensa, intuye o creé, que su chamba es violentar el lenguaje hablado y bajarse al nivel de sus radio escuchas, cuyas edades deben oscilar entre los 15 y los 25 años, para hablarles las netas, que para ella son indiscutiblemente un hecho.

Lo preocupante es que de alguna manera, no solamente ella, si no toda la cuadrilla de locutores de la estación, exa-geran de manera absurda sus participaciones, donde (para variar) incluyen sus “chistes” vacios de humor y cargados de ironía sarcástica de muy bajo nivel.

Dicha aseveración hacía los locutores de la mentada estación, también puede aplicarse a otras de corte grupero, donde no importa lo que diga el personaje que está detrás del micrófono, pues éste piensa que sus palabras son la ley y en ocasiones son ellos mismos los que se ríen de sus chistes!!! Y es que resulta aberrante escuchar hasta donde han llegado las empresas de los medios de comunicación, en este caso el radio, para sin pudor alguno, corromper la lengua y según ellos estar alivianados, este caso en particular, se presenta de igual manera en la televisión mexicana donde el entretenimiento ha pasado a ser cosa de nada: cero creatividad, cero producción, cero imaginación.

Pero, a quien carajos le importa lo que dicen los locutores en el radio, finalmente son parte del entretenimiento espontaneo al encender la radio mientras va uno en el auto y en cierta medida ayuda a bajar el estrés, a no pensar en las drogas (entiéndase deudas) y como fondo sonoro mientras uno recorre los saturados bulevares de la ciudad felina.

En el extraño mundo de Romina, igual incluyen el comentario de alguna nota internacional con el aderezado punto de vista de su conductora, lo cual viene a ser como la cereza del pastel; en fin así es Romina, extraña y para finalizar este involuntario abordaje, quiero preguntar a los locutores de la exa-gerada estación ( a los hombres, bueno a los conductores con voz de caballero) ¿Uno de los requisitos para ser locutor de “ecsa” es proyectarse, como en el programa AL CHILE?

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